Durante mucho tiempo, ha sido un sueño tradicional en nuestra cultura. La idea es que encuentres a tu compañero, se comprometan el uno con el otro "en los buenos y malos momentos" y vivan felices para siempre. Si bien esta visión sigue siendo válida para muchas personas, otros tienen una visión diferente sobre el tipo de vida que realmente quieren vivir.

Por ejemplo, si eres alguien que eres sumamente independiente y disfrutas de viajar de forma espontánea por todo el mundo, probablemente seas una persona que está más atraída por la vida de soltero. Si nos informas que no eres fan de acurrucarte y que la relación más larga que has tenido en tu vida duró menos de tres meses, entonces estamos más que convencidos de que en realidad no te interesa el matrimonio para nada.

Por otro lado, si constantemente estás buscando revistas de bodas y has pasado horas incontables imaginando todos los detalles de tu día especial, no hay duda de que estás listo y dispuesto a enlazarte con la persona adecuada aquí y ahora. Cuando nos dices que tienes claras algunas características muy específicas que estás buscando en una pareja y no te dejas engañar de que el matrimonio sea pan comido, probablemente estemos convencidos de estás a favor de casarte.

Las campanas ya están sonando. ¿Estás corriendo hacia la iglesia o alejándote de ella?